Para comprender los procesos industriales a los que nos vemos enfrentados diariamente en nuestra sociedad moderna, debemos partir analizando la “Historia del Hombre” desde sus comienzos y particularmente, el proceso conocido como la “Revolución Industrial”.
Debemos entender que desde sus inicios, hombre tiene la necesidad de satisfacer sus requerimientos de vida, ya sean estos de comodidad, vivienda, vestido y lo más importante, su propia supervivencia ante el entorno que lo rodea. Es por esto que el hombre, comprende los beneficios de cambiar de un estilo de vida nómade, en el que buscaba y seguía sus medios de supervivencia hacia un estilo sedentario, dentro del cual, a través de "procesos" básicos de transformación de su entorno, podía subsistir de una mejor manera.
Ejemplo de estos nuevos procesos son la agricultura, la ganadería, la pesca, la orfebrería y en general cualquier otro proceso en que se vea involucrada la artesanía.
Este cambio finalmente, desarrollo un sistema social en el que le hombre subsiste y permite el sustento de sus pares o “clanes” en los cuales se ha evolucionado, entendiendo los beneficios de vivir en comunidad, tanto por aspecto de protección como de conveniencia. Así es como los clanes se transforman en pueblos, luego en ciudades, comarcas, reinos y posteriormente en los países.
Se comienza a vivir un proceso social de cambio en el que el “trueque” permite el abastecimiento y satisfacción de cada necesidad del hombre, ya sean estas personales como sociales, comenzando a generarse la relación económica, tanto dentro como fuera de los mismos clanes, pueblos, ciudades o países.
El siglo XVIII estuvo marcado fuertemente por la Agricultura y el Comercio como los pilares de la economía, en donde los productos necesarios eran fabricados por artesanos. Es aquí cuando se presentan y experimentan grandes cambios sociales, siendo los más destacables la Independencia de los Estados Unidos en América en 1776, la Revolución Francesa en Europa en 1789, pero sin lugar a dudas, un hito que marcaría fuertemente el desarrollo de la humanidad fue la invención de la “Máquina a Vapor” en el año 1705. Esta nueva tecnología comenzaría a dar pie a lo que conoceremos como la "Revolución Industrial", período comprendido entre la segunda mitad del siglo XVII y principios del siglo XIX, y que se traduce en que todos los procesos podían ser desarrollados de una manera más eficiente gracias a los avances en esta área, lo que repercutió en la economía global y en la sociedad de ese entonces.
Se comienzan a optimizar los procesos metalúrgicos, textiles, siderúrgicos e inclusive los de agricultura, gracias a la incorporación de esta nueva tecnología, los que se ven beneficiados por la menor cantidad de mano de obra, pero la que desde este momento debe ser mayormente calificada.
Estos nuevos procesos dan la posibilidad de generar nuevos y más modernos de transporte de las mercaderías y productos desarrollados. Se fabrican las primeras locomotoras a vapor las que permiten que los tiempos de viaje sean menores.
La incorporación de la máquina a vapor fue aplicada a prácticamente todos los procesos industriales, principalmente a los textiles.
Posteriormente, y siempre en la búsqueda de una mejor y más eficiente producción, se inventan las primeras máquinas eléctricas y las máquinas diesel o de combustión interna.
La implementación de toda esta nueva tecnología en los diversos campos industriales, fueron determinantes para la clasificación de los diferentes tipos de procesos.
Aquí es donde los procesos comienzan a ser clasificados dependiendo de sus características propias, sus flujos, capacidades y funcionalidades, permitiendo que cada uno de ellos pueda ser diferenciado en forma clara para, posteriormente, ser aplicado a cada una de las áreas en las que su estructura se ajustará a las necesidades de producción de las fábricas y empresas modernas.
Aparecen los Procesos Industriales Continuos, Procesos Industriales Intermitentes, Procesos Industriales Modulares o Procesos Industriales por Proyecto, cada uno de ellos definido de acuerdo al cumplimiento de patrones de producción específicos que regulan los tipos de productos. En este link podemos ver la clasificación y descripción de los procesos señalados
Cada uno de estos diferentes procesos está diseñado para cumplir con los estándares necesarios dependiendo de la producción y niveles de la misma que se deseen establecer, concatenados con aspectos económicos, factibilidad técnica de implementación, nicho de reacción en que son transados los productos y capacidad de venta que cada empresa o fábrica es capaz de inferir en el mercado.
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